Sorpresa!
Sorpresas te da la vida, la vida te da sorpresas. Aunque a mi, sinceramente, preferiria que no me las diese.
Está bien la emoción de recibir algo que no te esperabas, y quizá esa décima de segundo en que lo descubres sea superior a haberlo sabido. Pero, ¿y toda esa felicidad perdida? Porque veréis, yo soy de esas personas que viven en el futuro, siendo felices por lo que está por llegar o anhelando el determinado momento.
Y eso, con las sopresas, es muy difícil de conseguir. No puedes sonreir vagamente pensando en el mañana ni emocionarte cual niño pequeño al planear tu destino.
Pero no es solo eso, es que no todas las sopresas son buenas. De hecho, y por desgracia, nos llevamos muchas sopresaa decepcionantes. Y esas son las que más duelen. Porque si no te lo esperabas, si no podías preveerlo, cuando de repente sucede no sabes ni como creertelo. Pero debes aguantar el tipo, sonreir y ocultar con disimulo tu asombro. Y cuando te das cuenta de que tus cabalas estaban mal hechas y que tu realidad no era la auténtica, lo único que puedes hacer es aguantas la surprise
Por eso a mi no me gustan las sorpresas, prefiero que me digas las cosas de frente y poder esperar todas tus reacciones. Aunque quien sabe, igual cambia(s) de opinión un día de estos. Pues ya se sabe, la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida